Esquema liquidación Irpf
Una de las claves del éxito que todo buen emprendedor o gerente debe tener siempre presente para conseguir la óptima gestión de sus recursos, radica precisamente en la toma de decisiones oportunas y certeras.
Desde el punto de vista que gira en torno a la extinción de las obligaciones fiscales, en muchas ocasiones se genera cierto vacío que pueden llevarnos al retraso en el pago de nuestros impuestos y lo que es peor al advenimiento de posibles multas y sanciones derivadas por descuido o desconocimiento.
En lo que se refiere al pago particular del IRPF, las decisiones fundamentadas en una planificación acertada, suelen ser fundamentales para la planificación de un esquema de liquidación IRPF, el cual nos permita un manejo eficiente de nuestros recursos.
Actualmente existen un abanico de recursos que nos pueden ayudar a la consecución de tal fin, sin embargo, en este artículo te presentamos de manera sistemática un esquema de liquidación IRPF, el cual desglosaremos paso a paso. Si te interesa el cumplimiento de tu deber fiscal, no puedes perderte este artículo.
¿Realmente es útil un esquema de liquidación IRPF?
Imagina intentar preparar un plan que te permita agilizar el proceso de liquidación de tu IRPF, pero al mismo tiempo no tienes una visión clara del procedimiento a seguir para cancelar tus impuestos, ¿crees que podrás llevarlo a cabo de manera siquiera correcta?.
En estos casos, un esquema de liquidación IRPF se convierte en una herramienta indispensable que te permite seguir de manera clara una estructura efectiva, la cual te brinda la posibilidad de encontrar las debilidades de tu factura fiscal y al mismo tiempo puede aprovecharse determinadas fortalezas para generar oportunidades al obtener descuentos y exoneraciones del impuesto sobre la renta.
Analizando el esquema de liquidación IRPF desde este punto de vista, no solo resulta un complemento útil, más que eso es esencial para tener una idea clara del procedimiento de tributación.
A continuación, te presentamos de manera resumida los pasos a seguir para diseñar un esquema de liquidación IRPF que te permita sacarla el jugo a tus impuestos.
Paso 1: ¿Cuáles son tus fuentes de ingresos?
Lo primero que debes hacer para generar un esquema eficiente será determinar correctamente cuáles son las principales fuentes de ingresos que integran tu renta global, objeto de gravamen. Al hacerlo, deberás tener en consideración algunos aspectos generales como:
- El tipo de ingreso que genera tu renta: Los incrementos en el estado de situación patrimonial, por lo general se incluyen dentro de los impuestos a declarar; sin embargo; si este incremento se obtiene por ejemplo como producto de una herencia, entonces formará parte de otro tipo de impuesto, el correspondiente a sucesiones y donaciones, no tendría que declararse como parte del IRPF.
- Saber identificar las exenciones, los descuentos y exoneraciones, suele ser indispensable para aminorar el monto del IRPF a cancelar ante Hacienda, valiéndonos de las disposiciones expuestas en la ley.
- Otro factor a considerar dentro de las principales fuentes de renta es precisamente la correcta clasificación de las partidas, pues dependiendo de esto una cuenta podrá ser imputada como parte del conglomerado de ingresos que pueden ser considerados como parte de la renta anual o no. Un ejemplo de ello son las partidas con naturaleza ambigua como por ejemplo lo podrían ser los bienes en litigio o aquellos cuya propiedad es compartida.
Paso 2: Seleccionar adecuadamente las cuentas generadoras de renta
Dentro de las principales cuentas que forman parte de la renta de cualquier contribuyente, destacan por su relevancia las ganancias y pérdidas patrimoniales, así como las partidas relacionadas a los rendimientos.
En la mayoría de los casos podemos compaginar los ingresos que son frutos de rendimientos económicos, con las mismas rentas devengadas del trabajo. Esto se puede apreciar claramente en el caso de los profesionales autónomos, pues ellos pueden al mismo tiempo y sin ningún tipo de problemas declarar ambos tipos de rentas.
Dentro de este paso también es necesario tener en consideración las rentas generadas a partir de actividades conexas al ahorro de capitales bancarios y mobiliarios. En este caso las demás rentas pueden estimarse como rentas de tipo general.
Paso 3: Valuar correctamente las rentas
Para dar con un valor acertado de cada partida relacionada a las rentas, se deben tomar en consideración principalmente los documentos que se emplean como soporte contable; como por ejemplo los diversos libros de contabilidad que la organización debe llevar, cifras reflejadas en nóminas, facturas, documentos de carácter púbico y legal, entre otros.
El segundo elemento a tener en consideración para una correcta valuación va a ser la misma Ley; existen un conjunto de disposiciones de legales como reducciones o exoneraciones que disminuirán el monto total de la renta.
Así como el tipo de actividad a la que nos dedicamos; los autónomos dependiendo del giro o la naturaleza de su negocio aplicaran determinadas alícuotas a las facturas que se incluyen dentro del esquema de liquidación IRPF.
Paso 4: Cálculo de la renta
Lo primero que debe hacerse es calcular el valor total de las bases imponibles, para ello deben sumarse todas las partidas que incrementan el valor de las rentas y contrastarlas con aquellas que aminoran su valor, como por ejemplo las pérdidas en el estado de situación patrimonial.
Posteriormente determinaremos las bases liquidables, esto se hace sustrayéndole a la base imponible las reducciones a dicha base, específicamente aquellas cuentas relacionadas con partidas destinadas a fondos de jubilación, previsión social o coberturas por fallecimiento, pensiones de manutención y compensatorias, entre otras.
Lo siguiente será descontar todas aquellas cuentas que por ley puedan deducirse por concepto de mínimo familiar y personal. Como el hecho de tener ascendientes a cargo mayores de 65 años, descendientes menores de edad o bajo situación de minusvalía, entre otros.
Se van restando también todas las cuentas correspondientes a deducciones estales como gastos de propiedad considerados como bienes culturales, subvenciones a nuevos emprendedores y a la inversión empresarial, entre otros, hasta finalmente obtener la cuota líquida.
Por último, se estima la cuota diferencial y para ello debe restarse lo que ya se ha pagado a Hacienda como IRPF lo largo del ejercicio, como por ejemplo los ingresos a cuenta o los pagos fraccionados y las retenciones practicadas.
Paso 5: Realizar la declaración
El último paso consiste en ingresar al portal Renta Web suministrado por la Agencia Tributaria y llevara a cabo nuestra declaración en línea. Si lo prefieres la declaración también puede hacerse personalmente en cualquier oficina nacional de Agencia Tributaria.
Como podrás haber visto, tener una idea lo más clara y precisa de un esquema de liquidación IRPF que se adapte a tus propias necesidades resulta fundamental al momento de declarar tus tributos.
Esperamos que este artículo te ayude a elaborar un esquema de liquidación IRPF que optimice tus recursos de la manera más eficiente posible. Si la información de este artículo te ha parecido útil e interesante, entonces no dejes de compartirla a través de todas tus redes sociales.
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