IRPF Profesionales

Para este nuevo periodo fiscal Hacienda a través de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, ha publicado los nuevos tramos aplicables al impuesto sobre la renta de las personas físicas en España. El IRPF de los profesionales será calculado a partir de este baremo, donde particularmente los tramos y las tasas para el caso de los autónomos han experimentado algunos cambios en comparación a años anteriores.

Los trabajadores en el libre ejercicio de su profesión cuentan con un conjunto de particularidades propias y el ámbito fiscal no es una excepción a la regla. Desde alícuotas específicas para este sector laboral, hasta todo un conjunto de exenciones y rebajas, el IRPF de profesionales autónomos es uno de los más interesantes. Échale un vistazo a este artículo y acompáñanos a descubrir esta nueva faceta fiscal.

Cambios en el IRPF de profesionales

Una de las primeras dudas que asaltan a los contribuyentes cuando efectúan la declaración de su IRPF, suele ser precisamente lo concerniente a la parte de sus ingresos que serán depositados en forma de tributo. Pues en el caso de los autónomos, el IRPF de estos profesionales es calculado en base a las diversas tasas que se encuentran establecidas por la ley.

En este sentido, existen algunos criterios que deberán tenerse en cuenta al momento de establecer el IRPF de profesionales como los autónomos, pues dependiendo de la principal actividad que lleven a cabo para generar su renta, existirán exenciones y rebajas que pueden aplicar a cada caso en particular.

Por lo general, los trabajadores autónomos calculan este tipo de impuestos sobre la base imponible reflejada en sus facturas. Para ello cuentan con dos parámetros básicos para estipular el IRPF: el tiempo a partir del momento en que da inicio su actividad laboral y por supuesto el giro o ámbito laboral.

IRPF de profesionales de acuerdo a su antigüedad

De acuerdo a este criterio, la ley IRPF establece una tasa del 7% aplicable a las facturas de todos los autónomos que hayan desempeñado sus labores profesionales con una antigüedad menor o igual a los tres años. Por otro lado, aquellos profesionales en el libre ejercicio de su profesión con más de tres años como trabajadores autónomos, deberán destinar al menos 15% de la base imponible en sus facturas.

Las bases de este criterio son cimentadas por el principio d progresividad, pues se supone que la ley busca proteger la capacidad contributiva de aquellos autónomos con menos experiencia. Este subgrupo de trabajadores contará con una cartera de clientes más reducida, adicionalmente este tipo de rebaja pretende incentivar el dinamismo económico en este sector de la población.

IRPF de profesionales en relación a su actividad

Los autónomos que lleven a cabo determinadas actividades laboréales, podrán gozar de un conjunto de beneficios desde el punto de vista fiscal que les permitirá cancelar una cantidad mucho menor de impuestos en comparación al resto de profesionales por cuenta propia.

Es por ello que a continuación te mencionaremos las principales áreas de interés a tomar en cuenta al momento de tributar tu IRPF:

• El IRPF de los profesionales dedicados a todas las actividades de tipo ganadero, que se encuentren destinadas al engorde y la cría de ganado porcino, así como de otras especies avícolas estarán obligados a tributar solamente el 1% de los ingresos expresados en la base imponible de sus facturas.

• Los profesionales que se avoquen a explotar el amplio espectro de actividades agrícolas destinadas a suplir los productos derivados del agro, también disfrutará de un descuento a la hora de cancelar sus impuestos. En este caso también se incluyen actividades como la cría y el engorde de ganado vacuno y porcino, con una tasa efectiva del 2% sobre el total de ingresos facturados.
• La explotación forestal de amplias extensiones territoriales, como las llevadas a cabo en bosques madereros, también son actividades consideradas como susceptibles del pago de impuestos. Los autónomos dedicados a estas labores pagarán ante Hacienda un total del 2% de lo acreditado en sus facturas.

Cuando llevamos a cabo el IRPF de profesionales por cuenta propia, tenemos que considerar otros factores adicionales a los ingresos devengados por los mismos a través del ejercicio fiscal. Pues existen cuentas de otra índole que también son bastantes importantes al momento de calcular el IRPF a pagar.

Entre las más importantes se encuentras las ganancias y pérdidas de tipo patrimonial, que como su nombre lo indica afectan directamente al patrimonio del contribuyente. Las ganancias siempre sumarán al monto final que debe enterarse en las arcas públicas.

Estas pueden ser obtenidas perfectamente a través de premios de lotería, generadas a partir de operaciones que involucren a la compra y venta de bienes inmuebles, o incluso aquellas que provienen de rendimientos sobre fondos de ahorro, el pago de dividendos o la venta de acciones. Lo importante en este tipo de casos será integrar estos ingresos a la renta del contribuyente.

Siguiendo el mismo orden de ideas, también resulta necesario considerar las cuentas que pueden llegar a disminuir la renta del contribuyente. Dentro de este grupo de partidas pueden incluirse aquellas que son indispensables para que el profesional autónomo lleve a cabo de manera correcta, las principales actividades que le permitirán asegurar los ingresos de su propia renta.

Este tipo de cuentas son conocidas como gastos deducibles, disminuyen o restan el IRPF de profesionales autónomos y dentro de ellas podemos mencionar las siguientes:

• Pago de sueldos y salarios, así como los viáticos por viajes y la cancelación de horas extras.
• Adelantos a la Seguridad Social que hayan sido descontados de la nómina de los trabajadores que el autónomo tenga a su cargo.
• Lo pagado a través de contratos de alquiler y cánones de arrendamiento por concepto de locales cedidos para que el autónomo pueda llevar a cabo sus labores profesionales.
• Todos los gatos que puedan atribuirse a consumibles, como por ejemplo lo reflejado en facturas por combustibles, papelería y materiales de oficina entre otros.

• Las depreciaciones y amortizaciones de los bienes e inversiones tanto tangibles como intangibles que pierdan parte de su valor a través del tiempo.

Como podrás haberte dado cuenta existen un sinnúmero de factores a tener en consideración al momento de realizar el cálculo del IRPF a profesionales autónomos. Lo más recomendable será enfocar adecuadamente el ámbito en que se mueve cada autónomo y establecer sus posibles fuentes de renta y las partidas que puedan aminorarla.

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