▷ Venta de acciones IRPF ¡Tienes que saber ESTO!

En la actualidad existen numerosas opciones al momento de invertir nuestro dinero, las cuales nos permitirán preservar su valor y lo que es aún más importante, exponenciar su capacidad para generar valor y obtener el mayor rédito posible a mediano y largo plazo.

Existe un amplio abanico de instrumentos financieros al alcance de nuestras manos que van desde fondos ahorro o de inversión hasta la compra y venta de acciones, entre muchos otros, que nos pueden ayudar a incursionar en la bolsa y obtener una buena porción en beneficios.

Resulta esencial recordar que este tipo de instrumentos forman parte del patrimonio de cualquier contribuyente, pues a la hora de cancelar los impuestos, las ventas de acciones afectan el IRPF que será finalmente declarado. Si te interesa saber un poco más acerca de este interesante tópico y su relación con el pago del IRPF, te invitamos a echarle un vistazo a este interesante artículo.

¿Cómo tributa la venta de acciones en el IRPF?

Una de los principales aspectos a tener en consideración al momento de calcular el monto del IRPF, es precisamente el papel que juegan las acciones dentro de la composición global de nuestra renta. De acuerdo a lo establecido en la ley, las modificaciones en los elementos que integran el patrimonio serán objeto de gravamen, siempre y cuando están deriven en beneficios económicos para el contribuyente.

Dentro de las partidas que suelen introducir un cambio en nuestro estado de situación patrimonial pueden encontrarse los bienes materiales recibidos como parte de una donación o herencia, la compra venta de bienes inmuebles, los rendimientos de capital y por supuesto el superávit obtenido por la venta de acciones.

Concretamente, las acciones forman parte de la base imponible del ahorro y al obtenerse un beneficio económico a través de su venta durante el periodo fiscal, parte de este redito deberá declararse como IRPF.

Estimar adecuadamente el monto al que ascienden las acciones tras haber efectuado una venta de las mismas, resulta perfectamente viable ya que al conocerse el monto al cual fueron obtenidas y el posterior costo al que fueron venidas, puede calcularse la ganancia sin ningún tipo de problema.

Adicionalmente deben tenerse en consideración otros aspectos como los gastos de mantenimiento de las acciones y el gasto que se incurre al ponerlas en venta.

Si todas las acciones son puestas en venta no habrá problema alguno al llevar a cabo el cálculo de su rédito, pues solo debe estimarse el factor sobre una sola acción y luego multiplicarse por la totalidad de las mismas. Para que quede claro dejaremos un caso genérico a modo orientativo:

Si se adquieren 100 acciones a un valor de 5 euros por acción y se sabe que su costo de venta a valor actual es de 7 euros, mientras que los gastos de compra y venta cancelados a los operadores de bolsa es de 0,3 euros por acción. Primero que nada, procederemos a establecer la ganancia individualmente por acción de la siguiente manera:

Beneficio por acción = (Valor de venta por acción – Gastos de venta) – (Valor de la acción – Gastos de adquisición)

Beneficio por acción = (7 – 0,3) – (5 – 0,3) = 6,7 – 4,7 = 2 euros por acción.

De esta forma el beneficio de las 100 acciones ascenderá a 100 x 2 = 200 euros.

No obstante, un detalle surge cuando se efectúa la venta de una parte de un lote de acciones y se reserva el resto, o cuando se venden distintos tipos de acciones.

En este tipo de situaciones debemos recordar que las acciones se pueden contabilizar como si se tratase de un inventario de mercancías para la venta, por lo tanto, es válido hacer uso del criterio PEPS “Primeras en Entrar, Primeras en Salir) o por sus siglas en inglés FIFO (First In, Firts Out).

De acuerdo a este criterio, se venderán primero las acciones más antiguas y paulatinamente se irán integrando a la venta las acciones más recientes. De esta forma si se adquieren 300 acciones a 15 euros c/u y luego otro grupo de 100 acciones a un valor de 9 euros, al vender 350 acciones primero se agotarán las 300 acciones de 15 euros (las más antiguas) y posteriormente se adicionarán 50 acciones de 9 euros.

Independientemente del tipo de acciones que se ponga en venta, deberá adicionarse al beneficio obtenido por las mismas, los dividendos generados por cada una de las acciones durante el periodo de tiempo que va desde su compra hasta que finalmente sean vendidas.

Para establecer la porción de las acciones que tributaran el impuesto sobre la renta, es necesario aplicar las alícuotas establecidas en los diversos tramos establecidos por Hacienda, específicamente para la venta de acciones.

El primer tramo corresponde a las personas físicas que hayan obtenido como un beneficio correspondiente a los 6 mil euros a lo largo del periodo fiscal, en este caso se aplicará un porcentaje equivalente al 19% sobre la base imponible en cuestión.

El segundo tramo abarca los beneficios generados a partir de la venta de acciones cuando estas comprendan un valor entre los 6 mil euros y los 50 mil euros anuales, por lo que si perteneces a este tramo deberás aplicar una alícuota del 21% a tu base imponible.

Por último, se aplicará una tasa equivalente al 23% cuando las ganancias sobre las acciones dispuesta para la venta superen los 50.001 euros a lo largo del año.

Como podrás haberte dado cuenta, la venta por acciones impacta directamente el IRPF que debes declarar ante Hacienda, pues influye de manera inmediata en los elementos que integran tu propio patrimonio. Esperamos que este artículo te sirva para tener una idea más amplia acerca de la manera en que la venta de acciones impacta el IRPF.

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